La Organización Internacional del Trabajo (OIT) sitúa al profesorado como la primera categoría profesional bajo riesgo de contraer enfermedades profesionales de la voz.
La alta prevalencia de los trastornos de la voz en los docentes, ya fue señalado por la OIT que sitúa al profesorado como la primera categoría profesional bajo riesgo de contraer enfermedades profesionales de la voz. En clara consonancia, las patologías más frecuentes del profesorado son las enfermedades del aparato respiratorio y fonador. La mayoría de las patologías que afectan a la voz no se diagnostican, posiblemente por la no asistencia al médico por parte del docente, respondiendo a una falta de conocimiento y/o sensibilidad de las consecuencias futuras.
Acciones preventivas para la voz del docente
- Antes de iniciar el trabajo docente, es conveniente calentar la voz con suavidad y progresivamente.
- Prestar atención a mantener un buen equilibrio postural durante la fonación en el trabajo. Es preferible dirigirse al grupo de pie, con la columna recta y el cuerpo relajado, evitando ponerse en cuclillas o agachados.
- Evitar hablar compitiendo con el ruido de fondo de los alumnos. Si reducimos nuestro volumen también se reducirá el ruido de fondo generado por los alumnos.
- El carraspeo y la tos repetitiva hacen vibrar de forma brusca las cuerdas vocales, lo que puede suponer un efecto traumatizante. En su lugar, trague con suavidad, beba agua, etc.
- Evite la voz monótona y demasiado relajada, realice cambios de tono y melódicos que permitan a la musculatura laríngea mantener un tono adecuado.
- Procure no hablar con la boca entrecerrada y poco articulada, a fin de que se le pueda entender.
- Evitar hacer un excesivo uso de la voz sin un adecuado descanso, debiendo hacer pausas para favorecer la relajación de la musculatura.
- Intentar hacer pequeños descansos vocales a lo largo de la jornada de trabajo (pausas de 2-5 minutos), según lo permita la edad del alumnado y la materia impartida. Si hay cambios de aula, aprovechar para hacer descanso de la voz antes de empezar de nuevo.
- Respirar por la nariz y no por la boca, evitando así la entrada de aire frío.
- Evite contener la respiración mientras piensa lo que va a decir.
- Procure no quedarse sin aire a mitad de frase para no agotar el aire de reserva, procure hablar durante la aspiración del aire y hacer pausas para la inspiración.
- Todo el esfuerzo vocal, debe impulsarse y controlarse desde la zona abdominal, evitando empujar desde el cuello.
- Evitar hablar de forma prolongada en espacios abiertos donde se pierde el sonido (patios, y actividades al aire libre, etc.). Si se trabaja al aire libre sería deseable la utilización de un megáfono.
- No hable durante largo tiempo en espacios con acústica defectuosa(comedores escolares, polideportivos, etc.), o cuando se dirija a una gran audiencia sin medios de amplificación, pues supone un sobreesfuerzo por encima de sus capacidades.
- Evitar cantar sin una técnica adecuada y hacerlo sólo en un registro en el que nos encontremos cómodos, sin forzar hacia agudos o graves que no nos corresponden.
- Para su trabajo como docente, utilice ropa cómoda, poco ajustada y de tejidos naturales.
Fuente: Instituto Andaluz de Prevención de Riesgos Laborales