El consumo de marihuana por parte de empleados mexicanos ha traído repercusiones para el mundo laboral en México.
El consumo de alcohol, marihuana y otras drogas tiene un elevado impacto en la sociedad mexicana. Entre los más afectados, se incluye a la población trabajadora. De hecho, la repercusión de las adicciones sobre el medio laboral es muy alta. Cada vez más compañías valoran la necesidad de introducir programas de antidoping. Esto, dentro de sus procesos de contratación y seguimiento, para prevenir o minimizar los riesgos laborales. En ese ámbito, destacan que existen diversas problemáticas que podrían derivarse del consumo de estas sustancias. Así, los programas de drug testing pueden ser una herramienta eficaz.
Según la última Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco (ENCODAT), la droga ilegal más consumida en México es la marihuana. En total, más de siete millones de mexicanos la utilizan. Además, el 8.6% de los adultos de entre 18 y 65 años de edad, aseguran que la han probado al menos una vez. Este porcentaje se ha duplicado entre 2011 y 2015. La marihuana es la droga que más crece en el país.
En ese ámbito, el consumo de marihuana está por encima de la cocaína, la cual ha sido probada al menos una vez entre el 3.3% de la población adulta. Le siguen los inhalables (1.1%), los alucinógenos (0.7%) y otros tipos de anfetaminas (0.9%). De acuerdo con las cifras, la marihuana es la única droga que presentó un crecimiento significativo en los últimos años. El resto se estabilizó.
Entre el 20-25% de los accidentes laborales ocurren en trabajadores que se encuentran bajo los efectos del alcohol u otras drogas.
El cannabis en su estado fresco contiene ácido tetrahidrocannabinólico, el cual luego se convierte en tetrahidrocannabinol (THC). El compuesto químico psicoactivo predominante en el cannabis es el THC. El cannabis contiene más de 500 compuestos químicos diferentes, entre ellos más de 100 cannabinoides aparte del THC.
La nueva legislación mexicana sobre marihuana no es más laxa.
Hace poco más de un año, México reformó la Ley General de Salud en lo que respecta al uso medicinal de cannabis. A partir de ello, dejó de ser un delito la siembra, cultivo y cosecha de la marihuana con fines médicos y científicos. El enfoque de la nueva regulación no es la liberación de su consumo para fines recreativos, sino la delimitación para su prescripción. Ésta contempla fines terapéuticos como un complemento a cierto tipo de tratamientos específicos. Específicamente, la nueva legislación despenalizó el uso de productos que contengan derivados de cannabis en concentraciones de THC no mayores al 1%.
Además, en el artículo 18 del nuevo reglamento, la ley señala quiénes en el sector médico estarán habilitados para prescribir este tipo de medicamentos. Incluso, se enlistan las enfermedades para las cuáles está autorizado su uso. En ese ámbito, se aclara que se deberá analizar cada caso en particular.
La falta de prevención representa un alto coste para las compañías.
La gravedad del consumo de alcohol u otras drogas en el medio laboral ha sido reconocida desde hace tiempo por la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Dicha institución lo considera un problema que concierne a un número elevado de trabajadores y, por lo tanto, a la eficacia de la empresa. Su efecto nocivo permea todos los niveles afectando en diferentes temas:
- Seguridad profesional.
- Productividad: pobre concentración y pérdida de foco.
- Pérdida de ingresos de compañeros de trabajo.
- Generación de estrés.
- Baja motivación.
- Aumento de enfermedades y accidentes laborales.
- Absentismo y desapariciones inexplicadas.
Según estudios de la OIT, los trabajadores que consumen alcohol y otras drogas presentan absentismo laboral. Esto, de 2 a 3 veces más que el resto de los trabajadores. La bajas por enfermedad de estos trabajadores tiene un coste 3 veces mayor. Esas mismas personas perciben también indemnizaciones por un importe 5 veces mayor que el resto de sus compañeros.
Entre 70% y 80% de los incidentes provocados por el consumo de alcohol, marihuana y otras drogas son obra de consumidores moderados. En este tipo de accidentes se consideran accidentes, riñas, ausentismo u otros delitos. Esto revela que, aun cuando la incidencia en el uso de este tipo de sustancias no demuestre altos niveles de adicción, su impacto sí es altamente nocivo dentro del ambiente laboral y del rendimiento.
Fuente: El Semanario.