Vivimos en un mundo donde los peligros creados por nosotros mismos son tan amenazadores, o más, que los que proceden del exterior. (Giddens, 2000; 47)
Si pensamos que un riesgo es de acuerdo a la leyes mexicanas en los Artículos 473 de la Ley Federal del Trabajo y 41 de la Ley del Seguro Social: “Riesgos de trabajo son los accidentes y enfermedades a que están expuestos los trabajadores en ejercicio o con motivo del trabajo”, entendido a lo relacionado a las acciones y condiciones, sonaría lo común, lo Idóneo PERO para A. Giddens (Londres Inglaterra; 1938), riesgo no es sinónimo de amenaza o peligro sino todo aquello englobado en base a posibilidades futuras lo que implicaría un análisis mayor, con más profundidad.
Esto implicaría analizar, (como he publicado en otros trabajos[1]) hacer uso de una forma analítica en base a la complejidad unificada por la transdiciplinariedad[2] donde un conjunto de expertos de diversas ciencias (considerando las carencias del prevencionista de riesgos laborales) nos ayuden a desde sus respectivas canchas, hacer un análisis, del entorno, las historias personales de cada individuo entre otros factores, dicho a manera de Giddens; analizar riesgos interno, externos y manufacturados (son aquellos que no tenemos mucha experiencia vivencial para hacer frente (Giddens, 2000; 38-39).
Hoy, dentro del mercado de la construcción (donde su servidor se desempeña) la calificación de la contratación como “obra determinada” supone un gran riesgo, pues, tanto la postura patronal de no tener vínculos, como la del obrero quien está solo por ese proyecto enfría más la relación entre estos (muchas veces también con el cliente, lo cual puede ser grave), no hay sentido de pertenencia, por tanto tampoco habrá adhesión a la cultura de la seguridad, y ello es grave, pues el colaborador buscará que lo vuelvan a contratar en otros proyectos pero no por su experiencia (muchas veces) sino por hacer las cosas más rápido, aunque ello implique brincarse procedimientos (como el no usar arnés), poniendo su vida en riesgo olvidándose que si se accidenta o fallece, el patrón ni le va a agradecer el esfuerzo, ni se acordará de él y mucho menos le llevará flores a la viuda.
Esa falta de reconocimiento, tanto al obrero como al prevencionista de riesgos implica el contratar lideres con cierta edad de rango, con poca experiencia que pongan en peligro tanto la calidad como las vidas (incluyendo maquinaria y equipo) a los que eso si se les piden certificaciones, idiomas etc sin ofrecer salarios competitivos discriminando a aquellos que rebasando la cuarta década de la vida, a pesar de rebasar la veintena de años de experiencia, sentidos de ética, y profesionalismos (tanto como personas por la madurez, como la madurez laboral, la madurez emocional que te garantizarán no ser impulsivo, tomar decisiones ante situaciones de crisis de forma fría y objetiva y un mayor sentido de compromiso). Jóvenes que muchas veces (no todos) aceptan el trabajo por “mientras” y ante una mejor oferta te dejan botada la obra.
Imaginemos pues el escenario; un trabajador desilusionado por tan bajo salario, que tiene que pagar colegiaturas, su esposa enferma cuya obra está por terminar, laborando en condiciones poco favorables como sol, tierra, cuyo supervisor o capataz se la pasa presionándolo para terminar, con todo eso en la cabeza súmele caro lector, al prevencionista de riesgos laborales que le reprende por no amarrarse bien (se amarra solo para cumplir con el requisito mas no por convicción), ¿Cómo esperamos que no se accidente}?.
Ahora veamos este otro: misma escena y condiciones pero el supervisor entiende el esfuerzo PUES VIENE DESDE ABAJO, en la jornada de arranque se les estimula dándoles las gracias por haber venido, por estar completos y con buena disposición, se les invita a participar a comentar y a aportar cosas (desestreza, da sentido de pertenencia y formar parte de un grupo), al finalizar el día, al entregar herramientas o al pase de lista, se les da las gracias por haber terminado una jornada de forma favorable, por cuidar sus herramientas y a sus compañeros sabiendo lo difícil y pesado del proyecto, HSE y RRHH colocan carteles alusivos no solo a la seguridad sino de agradecimiento por cuidarse y por x horas hombre sin accidente, destacando la disciplina con menos faltistas, más participativas y con mayor puntuación en seguridad observada.
Querido lector ¿Cuál escenario cree que ayude reducir riesgos?.. Delgado[3] retoma al Dr. Gottman[4] quien sus estudios e investigaciones se han centrado en las uniones conyugales resaltando la favorabilidad que tienen los comentarios positivos versus los negativos es decir; un comentario negativo repercute más en el colaborador cinco veces más que un positivo.
Pero eso no es todo, si recordamos el circuito de la comunicación donde hay un emisor y un receptor en el cuál este último analiza la información, la digiere, la procesa Y LA DEVUELVE (he aquí el meollo del asunto), lo que no siempre ocurre rompiendo ese circuito, y como un sistema (el que quieran) no hay out put. Por tanto, el colaborador se queda con sus comentarios negativos, no los digiere (bien) y van germinando en su interior sentimientos de venganza, represión, autoestima baja, derrota, frustración y mucho otros, (aquí influye el cómo se le diga, qué se le diga, el tiempo en que se le dice, delante de quien, y quien es el que los dice) que influyen en la aparición de actos inseguros.
Por ejemplo: si alguien nos dice algo favorable ¿que hacemos?…solo damos las gracias cortando el circuito. La energía no se crea ni se destruye, simplemente se transforma, así, un comentario positivo va cargado de buenas vibras y la trozamos al no replicarla tanto a nuestros colaboradores, como al emisor, ya no se diga un comentario negativo.
Por ello, es vital que en lugar de dar un comentario negativo, nos pongamos en los zapatos del colaborador y POR CADA AREA DE OPORTUNIDAD que le digamos al trabajador busquemos POR LO MENOS cinco puntos favorables (no olvidemos al dar las áreas de oportunidad brindar sugerencias o posibles ).
¿Han notado que al emitir un comentario negativo la respuesta es inmediata versus la positiva?…recordemos que el trabajador se intimida ante la autoridad y siempre (por su historia de vida personal y laboral) espera agresividad y por tanto está ya agresivo, y cuando nos brindan un comentario positivo tardamos más en reaccionar, muchas veces porque buscamos el doble “fondo” del comentario, la trampa el truco, etc.
El individuo busca su igual, más rara vez buscar ser igual a, por ello, retomo conceptos de Nicolescu y Morín donde debemos buscar ese bucle recursivo que permita hacer un espiral ascendente de cosas positivas hilvanando todas las disciplinas, incorporar conocimientos propios que permitan casar las ciencias duras con las ciencias blandas recordando que el trabajador es mente, cuerpo, alma, emociones etc. Y hacer propuestas positivas que permitan el crecimiento de la empresa, de nosotros mismos y de nuestro colaborador.
Reconocer aciertos de índole emocional, profesional, laboral, familiar etc. De nuestros colaboradores (conclusión de una maestría, secundaria, el nacimiento de un hijo, etc). Cambiar el liderazgo vertical a uno horizontal donde todo sea transparente y sepa el colaborador en donde estamos parados, lo que el cliente espera de nosotros (esto le dará mayor sentimiento de pertenencia al colaborador)[5].
Brindar facilidades para el crecimiento del individuo (la ley federal del trabajo lo obliga), e ir más allá del procadist logrando que el colaborador termine su primaria, secundaria, bachillerato etc. (ahora existe el acuerdo 286 donde el trabajador puede concluir su bachillerato en un solo examen[6]).
Como dicen siempre; “si algo sale bien es la empresa, pero si alguien se accidenta, el de seguridad no hizo su trabajo”.
[1] Varas (2013) La utilidad del pensamiento complejo en la identificación de factores que intervienen en la prevención de riesgos laborales” para la revista Gymnasium de la Multiversidad Edgar Morín nunca editada, El resultado de la investigación se presentó en la II semana de seguridad y salud ocupacional en México D.F. en el Hotel Sheraton en el 2014 http://www.edgarmorin.org/blog/457-doctorando-participa-en-congreso-anual-de-seguridad-y-salud.html
[2] Varas (2014) “La importancia de la transdiciplinariedad en la prevención de riesgos laborales” para la Asociación de medicina del trabajo de Guatemala ASOMET y la revista de emergencias triángulo.
[3] Delgado (2015) Necesitas –dar y recibir– cinco elogios por cada crítica :-Blog electrónico rincón de la psicología http://www.rinconpsicologia.com/2015/07/necesitas-dar-y-recibir-cinco-elogios.html
[4] Gottman, J. (1984) Why marriages succeed or fail. New York: Simon & Schuster
[5] Varas (2013) Reflexiones sobre la importancia de los roles y responsabilidades del personal para la prevención de riesgos laborales en el sector de la construcción”, revista electrónica especializada en seguridad industrial prevencionar con distribución internacional (Colombia, España, Perú y México), siendo editor en México Agustín Sánchez-Toledo Ledesma y Rubén Balbuena . https://prevencionar.com.mx/2015/04/12/la-importancia-de-los-roles-y-responsabilidades-del-personal-para-la-prevencion-de-riesgos-laborales-en-el-sector-de-la-construccion/
[6] http://www.ceneval.edu.mx/ceneval-web/content.do?page=1922