Gracias a su constante capacitación, los rescatistas del ERUM se exponen a más retos de riesgos
En los últimos meses ha destacado la labor del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM). Se trata de una agrupación perteneciente a la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México. Está conformada por 400 miembros en tres especialidades. Unos son paramédicos, otros rescatistas en edificios y los demás rescatistas de personas en situaciones extraordinarias.
Debido a la complejidad de las labores que realizan, los miembros del Escuadrón se mantienen en constante capacitación. Por esta razón, su trabajo les presenta más retos que riesgos, aunque estos últimos siempre existen.
Las prioridades del ERUM son asegurar que una persona lesionada sea puesta a salvo y brindar ayuda a quien la necesite. En este sentido, los casos que atienden son variados: desde una urgencia médica mínima hasta el rescate de personas en condiciones adversas.
Quizá recuerdes el rescate de tres pintores extranjeros suspendidos en un edificio cercano a la glorieta de la Diana Cazadora. O también debes recordar el rescate de una persona sorprendida en una antena del Centro Histórico. Aunque en estos casos la participación del ERUM ha sido completa, no son los más recurrentes.
Los rescates de personas prensadas, los más referidos por el equipo del ERUM
Los casos más referidos por los miembros son aquellos en los que una persona queda prensada en un automóvil. En éstos, el Escuadrón atiende la emergencia con el fin de “separara al automóvil de conductor”. Mientras el líder del equipo evalúa el nivel de peligrosidad del caso, los rescatistas actúan. Primero nivelan el automóvil; después posibilitan la entrada de uno de ellos por la parte trasera. Esto último lo logran rompiendo y sosteniendo pedazos de vidrio.
La actuación del equipo es inmediata: separan puertas traseras y delanteras respectivamente, y rompen los parabrisas. Cuando menos lo esperas, ya tienen lista una pinza de 3 kg para cortar y quitar el toldo.
Es probable que el sueldo de los miembros del ERUM no compense poner en riesgo su vida durante su turno de 8 horas. Sin embargo, ellos afirman que “lo más satisfactorio es poder ayudar a la gente que se encuentra en desgracia”. Incluso, los retos a los que se enfrentan son recompensados con el reconocimiento de su labor. Muestra de ello es que Ana Gabriel César, coordinadora de grupo de rescatistas, ganó el Segundo Nivel Latinoamérica de Extracción Vehicular.
Fuente: El Universal