Cuando un padecimiento no aparece en la tabla de enfermedades e incapacidades, los trabajadores quedan desprotegidos.
Actualmente, existen varias enfermedades que no se encuentran inscritas en la Tabla de Enfermedades de Trabajo y la Tabla de Evaluación de Incapacidades Permanentes del IMSS. Por ello, muchos ciudadanos quedan desprotegidos. En consecuencia es necesario actualizar dichos documentos, destacó el Secretario del Trabajo, Ignacio Rubí Salazar.
El tema de las Tablas de Enfermedades e Incapacidades se retomó durante la inauguración de la 10ª Jornada Nacional de Prevención de Adicciones de la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC). Ahí, Rubí Salazar agregó que es fundamental promover acciones para reducir las enfermedades y accidentes de trabajo.
La Tabla de Enfermedades y de Evaluación de Incapacidades Permanentes del IMSS data del primero de abril de 1970.
“A veces, no están consignadas las enfermedades que llegan a padecer los trabajadores. Posteriormente, cuando pretenden que la seguridad social los proteja, quedan en el desamparo. Ello, porque el gobierno no les puede proteger en términos de atención a la salud y de prestaciones económicas. Simple y sencillamente, por no estar escrita la enfermedad en una tabla,” afirmó el Secretario.
El titular destacó que los procesos productivos exponen a los trabajadores a riesgos que anteriormente no se conocían. De forma específica, a agentes físicos, químicos y biológicos. Además, también se exponen a factores de riesgo psicosocial y ergonómico que provocan nuevas enfermedades y accidentes.
Para combatir este problema, promueven en los centros laborales el Programa de Bienestar Emocional y Desarrollo Humano en el Trabajo (PRONABET), También, se ha instrumentado la metodología SOLVE de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Ambas estrategias fomentan la salud en el lugar de trabajo, y la prevención del estrés, alcohol, drogas, violencia y enfermedades de transmisión sexual. Entre otros problemas sociales.
Durante el evento, explicó que las jornadas nacionales de Prevención de Adicciones sirven para desalentar el consumo de alcohol, tabaco y otras drogas en los centros de trabajo. Informó que el año pasado se llegó a 150 mil personas impactadas en todo el país. El reto de este año es llegar a 200 mil trabajadores y sus familias. Particularmente, para que reciban esta información, porque las adicciones no sólo generan problemas para el trabajador o la empresa, sino también para su entorno más cercano.
“El objetivo es salvar vidas, encaminarlas y encauzarlas. Decirle a los trabajadores a dónde pueden acudir, dónde pueden canalizar a aquel familiar que tiene el problema, porque no debemos ser ajenos a ello”, indicó.
Fuente: El Sol de Toluca.