La OIT ha publicado un informe sobre las tendencias del empleo femenino para 2018 en el marco del Día Internacional de la mujer.
El empleo femenino es un tema crucial en el Día internacional de la mujer. En los últimos 20 años ha habido muchos cambios en el mundo laboral. La equidad de género comprende un amplio proceso. A pesar de ello, es indispensable detenernos en el camino para reflexionar sobre los grandes cambios. Con ese interés, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha desarrollado un informe que incluye las tendencias del empleo femenino en el mundo. El avance global examina las mejoras y las labores pendientes. Además, evalúa las perspectivas del mercado laboral femenino. De forma concreta, se centra en la participación, la desocupación, el empleo informal y la pobreza.
El informe se titula “Perspectivas sociales y del empleo en el mundo: Avance global sobre las tendencias del empleo femenino 2018”. En dicho documento, se hace un recuento de los cambios en los últimos veinte años. Además, el texto se presenta con perspectiva de género. En ese sentido, se aborda el incremento del acceso a la educación en el caso de las mujeres. Incluso, se plantean algunos puntos clave de su acceso a oportunidades.
Las mujeres se enfrentan a varios obstáculos en su ingreso al mundo laboral, según informe de empleo femenino.
Con respecto de sus conclusiones, el informe destaca que las mujeres no solo tienen menos probabilidades de participar en la fuerza de trabajo. También, tienen más probabilidades de estar desempleadas u ocupadas en empleos informales. Así, se encuentran fuera de la normativa en materia de seguridad social y los convenios colectivos. Como resultado, carecen de protección y servicios de salud adecuados. Estos datos complementan la obra reciente de la OIT sobre los salarios y la situación de las mujeres en el mercado laboral.
Las disparidades entre los géneros en los indicadores del mercado laboral reflejan la complejidad de los problemas que las mujeres afrontan en el mercado laboral. Asimismo, se incluyen las mejoras generadas por condiciones propicias en el contexto económico e institucional específico. En el marco de su enfoque más amplio, la OIT ha comenzado a detectar factores estructurales y culturales, desde la segregación por sexo en las ocupaciones y los sectores hasta la discriminación y los estereotipos de género. Este enfoque de amplio alcance es esencial para obtener una visión más integral de las desigualdades de género. En particular, el informe se centra en la variación de las desventajas por región, clase socioeconómica, origen étnico y edad, entre otros factores.
Consulta el informe completo en la siguiente liga.
Fuente: OIT.