El cloruro de bencilo es una sustancia empleada para la elaboración de drogas sintéticas.
El aseguramiento de 49 mil kilogramos de cloruro de bencilo se presentó el pasado 7 de febrero en Manzanillo, Colima. A cargo de la operación estuvo la Secretaría de Marina-Armada de México. A partir del Servicio de Administración Tributaria Aduana Manzanillo (SAT), se generó el reporte de esta sustancias. Había sido transportadas de forma ilícita. La sustancia contenida en tambos se transportó a bordo de dos buques procedentes de Estados Unidos y Panamá.
El hallazgo se realizó tras una inspección fiscal y visual. Según los reportes, las pruebas determinaron el tipo de sustancia que era transportada. Durante el análisis, el cloruro de bencilo fue etiquetado. Una vez identificada la carga, no existía registro de permiso alguno para la importación legal a territorial nacional. Como resultado, existe la sospecha de que podía haber sido trasladada con la finalidad de fabricar drogas sintéticas.
El cloruro de bencilo fue asegurado por las autoridades y se integró la carpeta de investigación correspondiente.
Este tipo de percances han sido resultado de la falta de instrumentación del Sistema Globalmente Armonizado (GHS) para el etiquetado de sustancias químicas. Se trata de un esquema homologado en cuya elaboración participaron diversas naciones y organismos internacionales. Además, contempla la clasificación, el etiquetado y la creación de Hojas de Datos de Seguridad reconocidas en todo el mundo. Con su aplicación, se hace más factible la prevención de accidentes relacionados con sustancias peligrosas, así como una gestión integral de las mismas de forma adecuada.
A pesar de que la aplicación del GHS en México entrará en vigor este año, aún existen tareas pendientes. Queda mucho por hacer para difundir la gestión ecológicamente racional de los productos químicos tóxicos. Ello, por vía de los principios del desarrollo sostenible y el mejoramiento de la calidad de vida. Según el Programa 21 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), dos de los principales problemas son la falta de información científica para poder evaluar los riesgos que entraña la utilización de gran número de productos químicos; y la falta de recursos para evaluar los productos químicos.
A pesar de los obstáculos descritos, las naciones deben comprometerse con el entorno y la sociedad para cuidar su seguridad ante los riesgos químicos. De acuerdo con la ONU, “es necesario redoblar notablemente los esfuerzos nacionales e internacionales si se quiere lograr una gestión ecológicamente racional de los productos químicos”.
Fuente: Colima Noticias y ONU.