Seismic activity graph showing an earthquake.
Carlos Valdés González, director del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred), presentó tres escenarios de posibles sismos que pueden afectar a la Ciudad de México, debido a su cercanía con la Brecha de Guerrero, a menos de 300 kilómetros de distancia.
Durante su participación en un foro organizado por el Senado, explicó que la primera posibilidad es que se repitan cuatro sismos de magnitud 7.5 y 7.7, como los ocurridos entre 1899 y 1911, con daños importantes. Un segundo contexto, dijo, es que en lugar de que ocurrieran cuatro sismos, lo cobrara en una sola exhibición y entonces la suma de estos genere un sismo de 8.2. “Ya comienzan a complicarse las cosas, porque el del 85, que fue de 8.1, estuvo a 400 kilómetros de distancia… ¿Cuál es el efecto de 100 kilómetros más cerca?, no que sea más grande, sino que dure más”, señaló.
Un tercer escenario, planteó el director de Cenapred, es que ocurra un sismo mayor a 8.4: “Y todavía hay para los masoquistas: si sumamos el del 57, han pasado 60 años… podríamos tener un sismo de magnitud 8.4, ese es el escenario menos factible, por el pasado histórico, y hablamos de 5 mil años, no se ha observado en esta región un sismo con esas características, que dejaría marcas sobre todo en la generación de un tsunami”, destacó. En la plática “Consulta del Marco Normativo de México ante los Retos del Marco Sendai para la Reducción del Riesgo 2015-2030”, Valdés González dio a conocer que el sismo del 19 septiembre fue equivalente a la energía liberada de 900 bombas atómicas, mientras que el del 7 del mismo mes, de 100.
De acuerdo con los reportes del Servicio Sismológico Nacional (SSM), señaló, en 2016 se reportaron 15 mil 460 eventos sísmicos, un promedio de 35 por día. Actualmente se tiene el registro de 20 mil sismos, un promedio de 20 cada 24 horas. Por su parte, senadores y autoridades en materia de Protección Civil coincidieron en que los sismos ocurridos en septiembre pasado deben preparar a la población y al Estado mexicano para prevenir y reaccionar de manera eficiente, además de sancionar a las autoridades que permiten construcciones irregulares que ponen en riesgo la vida de los ciudadanos.
Fuente: Milenio