¿Cuál es el problema?
Se espera que en 2030 los trabajadores de 55-64 años de edad representen hasta el 30 % o más de la población activa en muchos países de Europa. La edad de jubilación se está retrasando en numerosos Estados miembros y es probable que muchos trabajadores se enfrenten a una vida laboral más larga. En consecuencia, es necesario realizar esfuerzos para garantizar unas condiciones seguras y saludables a lo largo de toda la vida laboral.
En la estrategia Europa 2020 se identifica el cambio demográfico como uno de los principales retos a los que se enfrenta Europa. Para abordarlo, el marco estratégico en materia de salud y seguridad en el trabajo 2014-2020 de la Unión Europea (UE) establece medidas para promover buenas prácticas y mejorar las condiciones de seguridad y salud en el trabajo de todos los trabajadores.
El envejecimiento de la población activa presenta diversos retos para todos los que intervienen en la gestión de la SST.
- La prolongación de la vida laboral puede derivar en la prolongación de la exposición a riesgos laborales.
- Habrá más trabajadores con problemas de salud crónicos y necesidades específicas.
- Los trabajadores mayores pueden ser más vulnerables a determinados peligros para la seguridad y la salud.
- El elevado índice de problemas relacionados con el trabajo que se observan en determinados sectores y puestos que implican una pesada carga de trabajo físico y/o mental, trabajo manual u horarios de trabajo atípicos ha de tenerse en cuenta.
- La importancia de la prevención de la discapacidad, la rehabilitación y la reincorporación al trabajo va en aumento.
- A escala social, es necesario abordar la discriminación por motivos de edad.
¿Por qué es tan importante la promoción de una vida laboral saludable?
Hacer frente a los obstáculos para una vida laboral sostenible puede representar ventajas significativas para los trabajadores y las empresas. Si se siguen prácticas adecuadas de gestión de la SST, puede mejorarse la salud de toda la población activa, desde los recién incorporados al mercado laboral hasta los que se jubilan en breve.
Una cuarta parte de los trabajadores declara que el trabajo influye en su salud y que no podrán realizar las mismas tareas cuando tengan 60 años. No obstante, los riesgos de SST pueden atajarse y conseguir que el entorno de trabajo sea más seguro, saludable y equitativo para todos.
Por último, los retos que plantea el cambio demográfico pueden causar problemas a las empresas y organizaciones, escasez de mano de obra general, escasez de mano de obra cualificada y dificultades relacionadas con la productividad y el absentismo. Con todo, si las empresas cumplen sus obligaciones legales y fomentan las prácticas de trabajo saludables, es probable que se reduzca la rotación del personal y se mejore la productividad.
¿Quién tiene que participar en la promoción de la vida laboral sostenible?
El elemento clave es que todos -empresarios, directivos y trabajadores- se comprometan a trabajar juntos con el fin de crear un entorno de trabajo seguro y saludable para todo el personal.
Los directivos deberían permitir que los trabajadores planteen problemas y alentarles a encontrar soluciones. Un buen directivo debe inspirar y motivar a los empleados, conocer sus puntos fuertes y débiles, y alentarles a trabajar para la consecución de metas comunes. Es esencial que haya un entorno propicio, en el que la moral sea elevada y los trabajadores jóvenes y mayores de la empresa cooperen y se comuniquen entre sí.
Por su parte, los trabajadores pueden ayudar a identificar problemas y a encontrar y aplicar soluciones compartiendo sus conocimientos del lugar de trabajo con los empresarios y directivos. La consulta a los trabajadores –y, con ella, la creación de un ambiente de confianza y respeto– es un aspecto clave para que la gestión de riesgos tenga éxito.
La colaboración entre los gestores de la SST y de los recursos humanos reviste particular importancia para responder a los retos que plantea el envejecimiento y la diversificación de las plantillas. Las políticas de recursos humanos (por ejemplo, las relativas a la conciliación de la vida laboral y personal, el horario de trabajo, el aprendizaje permanente y el desarrollo de la carrera profesional) tienen gran repercusión en la seguridad y la salud. En consecuencia, es esencial que las políticas de recursos humanos respalden la gestión de la SST para todos los grupos de edad, teniendo en cuenta las características, las necesidades y las motivaciones de cada uno de ellos.